Paciente mujer de 42 años que llega a consulta por un aparente preocupación por su sobrepeso, que si bien lo tenía, en realidad solo había sido el origen de la problemática que actualmente presentaba.

Ella tenía 20 kilos de más y entre sus soluciones intentadas para bajar y controlar su peso estuvieron opciones como cursos motivacionales, regresiones, terapia, imanes, hipnósis y diversos médicos con variadas especialidades. Además del sobrepeso presentaba el trastorno llamado “binge eating” que se caracteriza por darse atracones de comida. Ella decía “Un día no pararé de comer hasta llenarme” para después de hacerlo decir “Ya no voy a volver a comer”, y así sucesivamente pasaba su vida.

La obesidad que tenía le fue creando un trastorno obsesivo fóbico que dirigió hacia miedo a lo que la gente fuera a pensar de ella, volviéndose esto en algo totalmente discapacitante, mermando así su calidad de vida y la de sus dos hijos. Para cuando yo la recibo en consulta, ella no solía tener vida social, evitaba reuniones familiares, evitaba cuestiones laborales, no salía de vacaciones, no salía a los centros comerciales y solo por necesidad llegaba a ir al súper a realizar sus compras. Tampoco se compraba ropa y su aspecto era como alguien sin vida, demacrada, sin arreglo personal y hasta su tono de voz era muy bajo.

Los protocolos que apliqué con ella son basados en la Terapia Breve Estratégica para trastornos obsesivos fóbicos y, paralelamente a esto, fui creando una nueva forma para relacionarse con la comida, diseñándole una “dieta” muy particular. Al cabo de pocas sesiones sus atracones desaparecieron así como la ansiedad por la comida.

Cabe aclarar que todo el acompañamiento que le di fue en Terapia Online, es decir, a distancia, ya que ella radica en Chihuahua, y la efectividad fue exactamente igual que una terapia presencial. En muy breve tiempo ella recuperó su calidad de vida al 100%, retomó su vida social, acude a reuniones familiares, sale al centro comercial, se compra ropa, perdió peso de manera natural y sigue haciéndolo SIN HABER HECHO UNA SOLA DIETA. En las última sesiones comentó que ya hasta tenía un viaje a la playa con su familia.

El único objetivo que una terapia eficaz y eficiente debe cumplir es ayudar a que el paciente recobre su vida y con ello inicie un círculo virtuoso. Les comparto con mucha alegría y gran satisfacción este testimonio.

Gracias G. por ser la evidencia palpable de que la terapia funciona cuando se realiza un diagnóstico certero y se aplican los tratamientos adecuados.

Comencé la terapia en un punto de mi vida en el que me sentía triste, apática, lo pudiera englobar en sin vida, sentía que me iba apagando poco a poco ya no salía a ninguna parte, todo lo hacía mi hijo por mí, me costaba tanto ir a trabajar. Realmente no quería que nadie me viera, que nadie me juzgara.
Creí que todos mis problemas se debían al sobrepeso, que fue el factor principal para acudir a terapia, desde mis 17 años he estado en dietas, creo que ya probé de todo y cuando inicio mis sesiones, realmente no tenía expectativas, quise probar; total un intento más. Sin embargo, no creía que pudiera lograrlo.
Conforme fueron transcurriendo las semanas, poco a poco, comencé a sentirme diferente, realmente fueron cambios significativos interna y externamente. Comencé a NO EVITAR.
Ahora, puedo decir que mi vida dio un giro completo, creo que nunca había sentido esta sensación de bienestar, de empoderamiento con mi cuerpo, con mi vida, mi cambio fue algo integral.
Gracias Fabiola, por todo el apoyo, por estar a mi lado, por tu ayuda y paciencia, por darme las herramientas para logarlo.

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