Paciente mujer de 30 años, Psicóloga de profesión que llega a consulta por un auto-diagnóstico de depresión que sentía tener desde mucho tiempo, si no es que años. Su “mutismo” apareció a temprana edad como solución frente a un problema de abuso sexual, situación de la que nunca habló con nadie y el no hablar se volvió una forma de vida.

Fue un proceso largo lleno de paciencia y respeto a sus tiempos para hacer cambios… finalmente éstos fueron apareciendo y poco a poco ella comenzó a permitirse ser otra mujer.

Trabajamos con distintos enfoques y herramientas, desde la revisión de su árbol genealógico (bioneuroemoción) para entender los abusos sexuales que han habido en la historia familiar y poderlos acomodar en su propia historia, sesiones de hipnosis ericksoniana para trabajar más profundo con el cambio de creencias, así como protocolos específicos de Terapia Breve Estratégica para desbloquear las conductas fóbicas que presentaba a la hora de socializar frente a los hombres.

Todo ello dio como resultado un cambio favorable en su actuar y por consecuencia en su calidad de vida.

¡Gracias M. por dejarme acompañarte en tu proceso de sanación!

Cuando llegue a terapia con Fabiola me sentía muy perdida, débil, enojada con mi familia y con asuntos en mi vida a los cuales no me había atrevido a hablar porque tenía mucho miedo de hacerlo. Recuperar mi voz fue unos de los temas más importantes en terapia con ella además de dejar ir mi rol de víctima para así empoderarme y confiar mejor en mi.
Al pasar las sesiones con su apoyo y guía me fui dando cuenta de la relación de amor y odio con mi pasado, como me dejaba dominar por mi miedo, como me detenía creyéndome mi rol de víctima, como me gustaba serlo y con esto fui tomando la fuerza para hacer lo necesario para cambiar y dar fin a mi historia y comenzar una nueva. Ahora me siento más tranquila, más segura, más fortalecida y dando pasos a vivir mi vida desde un lugar más amable y más consciente.
Muchas gracias por todo Fabiola