La terapia Gestalt es una corriente terapéutica que se deriva del humanismo y tiene un enfoque holístico, por ello percibe a todo ser vivo como totalidades, además creemos que “el todo es más que la suma de sus partes”, es decir, nada existe por sí solo, nada está aislado. Tanto nuestra idea del futuro como nuestra concepción del pasado se basan en nuestra comprensión del presente. El ahora es el presente, aquello de lo que me doy cuenta, ya sea recordando o anticipando, pero ambas cosas las estoy haciendo ahora.

Es por ello que el enfoque gestáltico es un estilo terapéutico basado en los procesos vivenciales y en las experiencias presentes; se habla del aquí y del ahora en donde el pasado existe e importa tan solo como parte de la realidad presente, y el futuro es útil sólo cuando lo asumimos como una ficción irreal que nos sirve como ensayo. El terapeuta gestáltico busca incrementar la conciencia en el paciente para que éste sea más espontáneo y genuino en su vivir diario, para que su modo de estar en el mundo sea más pleno, libre y abierto, aceptando y responsabilizándose por lo que es.

El terapeuta gestáltico acompaña al paciente en su proceso de darse cuenta del campo de posibilidades que están a su alrededor para que se libere de los bloqueos o de asuntos inconclusos y logre así un desarrollo pleno y una evolución como persona.