Xareni llegó a consulta con un diagnóstico inicial de adenocarcinoma endometrial grado 2 que llevaba tratando con médicos desde hacía un año. Posteriormente por una biopsia le dicen que el adenocarcinoma ya era grado 1 con células diferenciadas. La solución médica fue recetarle medicamentos muy fuertes en espera de ver una reacción favorable y posteriormente retirar la matriz para no correr riesgos.

Al inicio fue muy importante explicarle el proceso de su “enfermedad”, el origen biológico y revisar en qué etapa se encontraba, ya sea en fase activa o en solución. Todo esto basado en las 5 Leyes Biológicas del Dr. Hamer.

Ella comprendió el conflicto involucrado que dio pie a este “cáncer”, denominado así por la Medicina Tradicional, sin embargo desde el enfoque de las 5 Leyes, el “cáncer” tiene otro sentido y significado.

Trabajar con ella el “conflicto de diagnóstico” fue fundamental pues sabemos la importancia y el efecto nocebo (contrario al efecto placebo) de los nombres de las enfermedades.

Fue un arduo trabajo el que ella hizo al enfrentarse a la Medicina Tradicional (y seguir los tratamientos propuestos) sin caer en el pánico que suele causar este tipo de diagnósticos y enfocarse además en resolver el conflicto que originó esto.

Para ella, quitarle la matriz representaba una castracion que no quería, y al final de nuestras sesiones, cede a la propuesta médica de retirarla a pesar de ya no tener activo el “cáncer” ni de tener una recaída, sin embargo los médicos preferían no correr el riesgo.

La diferencia fue que ella ahora estaba lista para despedirse de su matriz no sin antes haber comprendido el por qué y para qué de lo que le pasó y lo que su matriz significaba y simbolizaba para ella.

Por último trabajamos el retomar su vida y sus actividades, pues después de estar enfocada en su “enfermedad” y su respectivo tratamiento, se dio cuenta que había dejado todo de lado y era momento de retomarlo.

¡¡¡Gracias Xareni por tu valentía y por no perder la fe en ti!!!

Me recibí el doctor y su primera reacción al verme fue decirme ¿viene sola? desde ese momento me di cuenta que algo no estaba bien, pasamos al consultorio y me dijo es maligno hay que quitar la matriz, yo sólo pensé pero sí quiero ser mamá ¿ahora qué voy a hacer? y me solté a llorar.
Fueron dos años de hospitales, quirofano, terapias, viajes buscando doctores pero dos años de mucho aprendizaje, ya que aprendí a amarme más, a cuidarme más, pero lo más importante es que aprendí que sanar no sólo está en las manos de los doctores, medicinas y hospitales aprendí que sanar está en mi mente y en mi corazón y esto lo aprendí porque por azares del destino y después de buscar y buscar encontré a Fabiola y gracias a que ella me ha guiado y me acompañado me di cuenta que ser madre no viene solo de la matriz también viene desde el corazón, y no solo sane el “cáncer” también sane la pérdida de mi padre después de 12 años de que él partiera de esta vida, lo liberé y me liberé de sufrir por su ausencia y ahora lo recuerdo de una manera diferente, de una manera alegre con nostalgia pero alegre.
Fabiola te agradezco infinitamente por enseñarme a sanar mi cuerpo desde el interior de mi corazón, siempre me apoyaste en todos los sentidos creíste en mí y sigues creyendo y apoyándome.
Hoy después de tres años de que me dieran el diagnóstico y que ya no tengo matriz me siento más mujer más humana y más segura de mí misma con un trabajo que me encanta y me hace crecer día a día, rodeada del amor de mi esposo de mi familia y de mis amigos. Ahora aprovecho las cosas más sencillas y más bellas y me alegra haber vivido esta experiencia, porque al principio todo era miedo e incertidumbre pero ahora mi vida es inclusive hasta mucho más feliz, simplemente me siento más viva.

Ver más testimonios🡒